jueves, abril 21, 2022

DE FRACASOS

I - en la IMAGINACION


Sobre esta buena torna

surgieron

humos sonámbulos

de blanco estrépito 

con su sostenido bullicio

y su incrustada imagen ahogada

en mis duros ojos de ensueño

Pez sonoro

de las dúctiles crecidas

De removidas aguas

salpicando sus

difuntos piélagos

entre su arte nublado

entre su sexo desnudo

Un reino fugaz cantado a las sombras

/implora los deseos de extinción/

por escabullirse

al tiento hambriento

del brazo adulador






II - CUERPOS


Sonaba el aire más fuerte que la invisible lejanía
avisando con sus silbidos en la juventud del cáñamo
Los fantasmas no se ven en los atardeceres del río,
es su presencia invicta, cubriendo con frisas camisas 
a la piel hundida del tempo,
a los hollados amantes reposando en las aún ardientes...puestas de sol
Y los ojos, marchitos, miran al enrevesado atrás
La muerte era la piel de todos los secretos, cubriendo mi sin fin
Tal vez
Fuimos cuerpos







III - DE BELLAS PALABRAS

Me visitabais, y me desnudabais,
con desprecio en vuestras bellas palabras, 
cuando la luz moría, 
con el sueño cosido a mis ojos, 
en la oscuridad decidida 
y en el olor de un día acabado
Transportabais mis locos cabellos 
a submundos de olorosos ricos, 
mi nombre escondido en los calendarios del infierno

Era yo, sin la fuerza del rey Saturno, 
alejado de los flacos vivos
en la olorosa multitud

La muerte deambula erguida, 
me sugerías innominada, 
dominada por el caos de mis pálidos segundos,
mi lugar amorfo,
donde solo deseo ser reflejo en un espejo de curiosidad

En la limpia cara de lo indómito todo se hace bello, 
el amor, siempre dormido entre mis dedos, 
cruje en sus indecorosos mástiles
/llora al cielo/
en las sedosas nubes de engaño, un rasguño maldito

¡Tu mano fría y mi alma hirviendo!

Observaré tu intangible espectro de la decepción 
en los lugares de abandono, los lloros son duendes agitados
bajo una lluvia de incesantes murmullos
¡Oh! envejece la parodia

La existencia gime cruel en el "otro lado", 
es el frenético pozo de mi destrucción
Gime por no ser caricia de mis dedos

Allí nos buscamos, sucumbida entropía, 
en su cercada penumbra, 
derrumbadas mis gotas fantasmales sobre líneas de crujía, 
su negrura me empapa, 
me ahogan sus perfumes de ecos malnacidos


           <>Autor<>
José Luis Collado Novillo







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