No reniego de vosotras, mis pretenciosas sombras, por hacerme fuerte en mis temores
de agitados balbuceos sobre mis errores, entre temblores en la madrugada brusca de las cien alondras
Sibilinas, me alejáis rocoso del sofocante vacío regodeándome de la perpetua resaca de la nada
Avelina sensación decorando mi desvarío
Frenando mi mano de hacha acelerada
Viento del tiempo en mi alucinación os extraño del recuerdo atomillado en una triste canción en el vuelo, en el cielo, en mi posición, sin saber que me observáis como a un sereno ermitaño
don dumas
BLOG "POESIAS DIVINAS, PROFECIAS DEL SANTO"
No hay comentarios:
Publicar un comentario