Un disparo biónico sobre mi frente, de trampas y pesadilla,
con la fiebre de los ciegos
es poesía industrial
Mis manos tocan barro, su tierra hueca
y las turbas de mis pies sostienen lejanías
cielos empapados de arreboles
el humo, de extinta maraña, serpentea en
las ruinas de los jardines ¡escucha
la sintonía de los cadáveres!
el rugido de sus penas golpeando sobre la cuarta pared
comen la carne de tu desaliento
hambre y tortura
seré yo el grano en la urbe cubierta de arena
ambivalente, llamarán gigantesca a su obra, de metal albino
tiemblos de luz digital
copas agrietadas de necio embriagador
sobrevivo
frente a las miradas del lobo
Buenos hombres
ensombrecidos por el bulto misterioso
Ese paisaje borroso no me deja pensar
Nadie sabrá lo que se esconde tras unos ojos brillantes
JLCollado