Entre alas de mujer enamorada, volteado con su ardiente silueta, voy bajando escaleras... aún más despacio que la triste velocidad en los árboles de Nákar
Sus poblados agujeros son pozos de tirano, rasgando al empobrecido mármol
La ausencia de la mariposa se ensancha, el temblor no es pasajero
Su tiempo descorchado empuja al filósofo, entre cortas distancias de áspero oxígeno, hacia cunetas despobladas, donde explota la desidia de los océanos
Sus versos oscuros arropan al homo empobrecido en su inefable calma
Escuchemos su silencio
con una pastilla adormidera en la garganta
El muerto duerme, hombre en la tormenta
Sus dueños hacen sombra al pequeño pez
Regresemos al río durmiente
A sus violáceas ondas de murmullo y paraíso
Las mentes modernas esperan escondidas entre agnósticos suspiros, entre gotas de dreaming
Cada campanada hacia el norte estriba en un abrupto latigazo
/sonido lujurioso y machacante/
Salen sombras a escondidas de las oscuras bodegas del hombre polar
En un silencio que explota
Y yo escribo tu nombre entre las densas brumas que ideo
Nos hemos acostumbrado al bochorno, en sus dormidos días , en sus días moribundos
JLcN