en una inagotable búsqueda
polvo suspendido
De la misma locura que se desvanece en el regreso de la desnudez,
Arrastro hijos de otras vidas,
vuélvete de angustia y afonía al palidecer de mi instinto,
JLCollado
¿Por qué somos los demonios tan serviles?
Yo solo deseo tu extinción
bajo el ruido estridente
de un enjambre de abejas
¡Tiéntame!
Observa los deseos destructores
de mis pies
pisando tus mundos inocentes,
desde el árbol visionario
hasta el genio de tus días,
cruzando tus ríos cerebrales
y odiando tus cielos ocultos,
entre penumbras de Dante
¿Por qué los demonios buscamos la belleza mortecina
en tus labios morados?
¡Tiéntame!
Sobre el fondo interminable del enigma que te cautiva,
otra vida tras la tela amniótica,
sin sueños
Aléjate de mis amables ideas:
solo el miedo une a los hombres,
débiles como los pétalos de Eloísa
expuestos en la tormenta
Tan solo descansa
sobre la pereza hambrienta,
en la ambrosía de mis espejismos,
en el vuelo equidistante de tu psique
Mis raíces se comen tus palabras,
tu voz es mi voz en esta noche voraz,
de viento desolador
JLCollado
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| Tan solo descansa |
El puño cerrado en la abrupta vida
con el odio encerrado
de mar azul clavado al pecho
Señora, en tu mano vieja, los señuelos no escapan
Si buscas al cordero sobre el asfalto
sea luciérnaga en el veneno
Si buscas la calma
Ella
sin reflejarse sobre tus ojos
cuántica luminaria, similar a un dios
al sol escondido
Yo siendo sombra,
Saturno
de nocturna penumbra
siendo silencio al devenir de la nada
Señora, los lagos son sueños
y su cristal, precioso paraiso
pasos secos , ecos esclavos
aún perdidos fueran estos mis deseos
El puño cerrado
encierra todo mi odio, tentado a cerrar mis ojos soy
Escombros sobre escombros
¡Épsilon!
yo me escribo, yo te estorbo
¡Cómo ennegrece la distancia!
pegajosa idea
o sencilla semilla
Si fuera amor, levitando en la ingravidez de la inocencia,
temblando mi corazón,
parada mi tormenta
¡Oh! Si fuera amor mostrado tras mi horca...
JLCollado
La roca no se mueve
Se perpetúa con la dureza que le ofrece el transcurso de los tiempos
Simbiosis de un aire estremecido y la mirada de los cielos
Roca perenne tatuada sobre el hueco intangible de las noches
Asomando
Asombrada y delicada
Esa roca eres tú
JLCollado
LA CONTINUACIÓN
Siervo de la roca
Desnudando el monte
Y el agua callada, embalsamada,
Sin ojos, ni movimiento
Al fondo siempre, luce su odisea
La convicción, nuestra, del más allá
En nuestro sitio
En la frente hay
agreste muerte y eternidad
acordes, no sucederá
un final
sin la dulce palabra
¿escucháis ?
la fría frente
entre medusas y presencias
de esta lúgubre distancia
estremece el canto del gallo
tan lejos el miedo grita
¡seas, entre todas las mujeres!
pero aún
es momento de danza
en este solitario paraje
donde tan solo
a ti te escucho
JLCollado
Poema 127 — Los mejores deseos es una pieza breve, pero profundamente evocadora. Desde sus primeros versos, el texto nos sumerge en una atmósfera de distancia, misterio y deseo suspendido. La voz poética parece moverse entre la muerte y la eternidad, entre la frialdad y la danza, en una búsqueda incesante de algo que aún no se ha dicho: la dulce palabra.
Esa palabra no se nombra, y en ello reside su poder. Es promesa y ausencia, conjuro y vacío. El poema vive en ese espacio intermedio donde el lenguaje apenas alcanza a tocar lo que se siente. Su ambigüedad no confunde: invita a habitar la incertidumbre, a aceptar que la belleza puede nacer del no saber, del esperar.
La musicalidad de las imágenes —“fría frente”, “distancia lúgubre”, “canto del gallo”— refuerza la tensión entre lo visible y lo invisible, entre lo que se dice y lo que se calla. Todo en el poema parece vibrar al borde de algo que está por suceder, pero nunca sucede del todo.
Al final, Los mejores deseos no es solo un poema: es una espera. Una invocación poética a aquello que solo puede decirse cuando las palabras dejan de ser suficientes.
Sois un clión dormido
en el abisal de las entrañas
Homo quimérico, hielo sobre marmol
En el sueño un sueño
Y añoranzas
Las palomas vuelan en la niebla
Buscan entre sus olas negras y fantasmales
alas entre sus alas
De fe ciega
De fe muda y sombría esperanza
La calma tras el grito
¡Llorad!
Las espesas lágrimas de la distancia
no esperan solas
Los ojos ya desnudos
Penetrando los sumisos momentos
Sus blancos confines de extraño planeta
Levantado el polvo de la tierra muerta
entre hojas oscuras
de robles y castaños que dejaron de existir
entre insomnios del pasado
¡Llorad subiendo escaleras!
Con lejanas lágrimas que os claman
sangre hija de vuestra manos mártires
constructoras
de la ciudad enterrada
en la brutal noche que os amputa
Es vuestro silencio un triunfo
sereno
en un brusco y nuevo amanecer
Una galaxia entre escombros os escucha
El precio de sus secretos os deja
atónitos
anuncian mares en vuestros poros de viajero
Hielo sobre el mármol de los tiempos
/nadie observa/
sin viento en la cola en el bello artefacto
sin dientes
sin puños de fortaleza
Sin la estupidez del alma
Cainita y los trabajos invisibles, sírvete de Homero
del sudor evaporado
Y de un hombre ajeno a la jaula
Sois los muertos no anunciados
desde la algoritmia de unas ramas frondosas
hasta las estrellas soñadas
Invitados a los extensos viajes
entre la palidez de las sombras
Un tránsito del descomunal óxido
desde el microespacio
hasta las enormes distancias
Sinuosas
No veréis en ellas las negras guerras ancestrales
Ni el alimento de las falsas flores
Solo el ruido de la destrucción os ampara
Sonido de tambores anunciando
con su estelar y macabro ritmo
la sinopsis de los espejos
Llovió el apocalipsis
Se atrevió sin temor sobre el pájaro metálico
pulsión
amante digital
Sois la oscuridad ante el destello
¿Nada brilla?
Los dientes dorados y los ojos amarillos
transfigurados sobre un mar de bilis
De obedientes impulsos
asomando
ante la caída ligera y silenciosa
de la pluma
/Pensad en el agua de la lluvia/
Tan sólo os falta una noche por morder
Vuestro final es el principio del explorador
Solitario explorador
la oscuridad o la muerte
abandonad la oscuridad, yo soy la oscuridad
resido en vuestras sombras
mi carne está
depresiva, el espíritu mentiroso
roza mi cara
el frío o la distancia
tan pronto deje de caer la nieve sobre mis parcas
la vieja dama golpeará mi puerta
JLCollado
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| simulaciones |
Los manzanos asombraban las mañanas
hay revolución y alegría
torsos densos, caídos y extensos
los sentidos clamando a los seniles
Ante las calles vacías, la abundancia no espera....
los bellos imaginados se tocan, saborean apariencias
hay fuego entre dos cuerpos quietos
Convergen los abrazos en el mal demonio
sus mensajes se disfrutan
a oscuras, abruman
la lluvia es soñada en el interior de la cueva
Arde el brillo del oro apretando el dedo
la fama asustada ¡tan asustada a la explosión!
...su dolor se esconde entre multitudes
JLCollado
Búscame en la palabra tormento del adiós
como un vuelo de caballos
sin el ansiado beso
sin una lágrima póstuma
sin entenderlo
Tan solo ruégame la existencia
JLCollado
La naturaleza,
abierta poesía en los extremos de una ola
/Ella conoce la llave de las tormentas por llegar
(profética) en el estambre de las plagas/
Regresa a la amnesia, a las tinieblas, todo es transparente,
Hasta una exquisita sonrisa, mostrando el infinito
Su lluvia moja dos veces
sinuosos recorridos de serpiente iluminada
JLCollado
En los próximos dias réquiem en otra vieja noche
estructura poema verso libre
tranquilidad
silencio
rabia
exposición
tranquilidad
rabia
silencio
conclusión
ESPERAS
Un reparto de reyes tras la niebla,
esperas, espesas esperas,
donde se vislumbra la quietud dormida
Pido salir de tu blanca silueta
amor, eres nube
¡En la verdad viva de la rosa descubrí silencio!
en el color de su sombra,
asustada por la sombra humana
//Asoma la espera, bajo una lluvia desconsolada,
al paso del tiempo,
desparramándose en su largo recorrido //
Mentes apiladas ¡Oh! la ciudad se come al hombre
con sus dientes de polilla
Las muñecas desafían a las miradas de eunucos entre una verde hierba
¡Tan pequeñas son las flores que rodean sus tumbas!
Si la vida duerme... una vida espera
JLCollado
Las palabras flamean cercando esta nueva muerte
El universo oscuro se fija blanco
luminoso
extrañamente visible al pescador
Atrapado en sus redes huecas de Parnaso
Nuestro río prófugo comienza con un sueño, el río de los iguales,
y vibra
a la intemperie de la traslúcida resina y del calor
/de las muescas /
Hay marcas en todas sus cosas
se clavan con la sonoridad de los olvidos
entre raíces del cedro silencioso
con la simplicidad del gorrión
atrapado en sus noches
Hay vidas encriptadas entre las palmas de mis manos
Sueño en este sueño,
todo lo que podemos ver en nuestro mar abierto
su roce inmanente y la claridad de los míos
todo lo que yo veo
todo lo que yo siento
Cabe en un solo poema
cabe en el poema eterno
¿Quién con tanta dulzura acariciaría mi brevedad?
JLCollado
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| Planta de Tharsis |
Nos haremos ocre
farsas a los vestigios cerrados
¡acabados los deseos!
ante el fuego extinguido
Hay sentido en las tinieblas
soñaremos el peligro
en planicies desbocadas
mística lengua de tramas
--- --- --- ---
Mi heroína asustada
/tumbada/
sobre la mala tierra
escupida entre seda y bilis
Su dulzura y el fino gorrión
hilvanan
el lugar solitario de mi destrucción
Bello y vacío
que confunden mis demonios
Vinimos desde la noche más lejana,
desde los imperceptibles sonidos del agua
Curtidos de vastas sogas,
vencidos por las llamas
--- --- --- ---
Fui un niño en la mujer embarazada
Y hoy soy arbusto y hombre
entre latigazos del desierto
Tapado demonio del mármol póstumo
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| Mi rostro |
Yo escapé de la luz imposible del amanecer
Fui prisionero
JLCollado
Es ahora
cuando mis manos son lamentos
No hay lástima
Y de esta alegoría del sonido
la negrura de un profundo pensamiento
Territorio ciego, flor ¡brotas negruzca!
en la palidez de mi noche
Tus pétalos negros maldicen
el perfume regalado a la niebla
Mi voz como almena de los pájaros
busca el refugio
entre la vaga oscuridad de tu silencio
Aún me acompaña el río de los sórdidos
Un caudal hambriento y abierto
a la claridad de perturbadoras sinfonías
Y enciende la curiosidad de la luciérnaga
hacia un anónimo brillo
No eres la noche cerrada
ausente de trágicas estrellas
Eres un latigazo a mi negación
don dumas
He escuchado al cielo
Y a los ímpetus de la tierra
¡Oh, amarga plenitud!
He escuchado...
El verdor de los imposibles
Y la negrura de lo esencial
¿Por qué he de sobrevivir
a díscolas visiones,
caprichos de la vista?
El ojo es generoso
nos muestra todo lo que ve
Y yo os muestro los restos del mundo
En ese golpe inesperado
extendiéndose desde los tobillos
como un alud insaciable
Hasta la extenuación de mis sentidos
JLCollado
Sin saber que era poeta, arrastrado entre tertulias del padre, sus dedos quemados, en la extrañada tinta que no le pertenece
Galaxias que se expanden entre cartas de alquimia, impregnan con su expansivo halo las frías hierbas de Fobos, entrañas de efímero poeta
Aquellos y otros, poseedores de vidas, venturas y endemoniados
Supe de todos ellos, antes que el despuntar luminoso, rompiendo entre la agónica luz de la acabada tarde, agonizando sobre sus cielos grises
JLCollado
| Warren Elis |
Me libero en la palabra
Hay muerte
Y hasta construir en sus vacíos
realza mi pena
Pena por no encontrarme
en este vasto lugar
JLCollado
Yo habría muerto entre las pestañas de Jorie Graham
¡Por eso tengo tan pocos amigos!
Caer
sobre los deseos de mi cuerpo
la última doctrina que erijo
Temer
a la boca callada
dejándome marchar contracorriente
Transito en las marcas secas de las maravillas
con sus clandestinas sogas
¡Por eso tengo tan pocos amigos!
JLCollado
![]() |
| temer a la boca callada |
Encontré la impureza tras mi iris en una inagotable búsqueda y en mi vientre ardiente, eras tú, polvo suspendido Y si supieras que existo ...