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sábado, octubre 11, 2025

POESÍA DE La RABIA

 


El puño cerrado en la abrupta vida

         con el odio encerrado

  de mar azul clavado al pecho 


Señora, en tu mano vieja, los señuelos no escapan


Si buscas al cordero sobre el asfalto

sea luciérnaga en el veneno 


Si buscas la calma

 Ella

               sin reflejarse sobre tus ojos

cuántica luminaria, similar a un dios

al sol escondido



Yo siendo sombra, 

Saturno 

       de nocturna penumbra

siendo silencio al devenir de la nada


Señora, los lagos  son sueños

y su cristal, precioso paraiso 

 pasos secos , ecos esclavos 

aún perdidos fueran estos mis deseos 


El puño cerrado 

encierra todo mi odio, tentado a cerrar mis ojos soy

Escombros sobre escombros 

¡Épsilon!

 yo me escribo, yo te estorbo


¡Cómo ennegrece la distancia!

pegajosa idea

o sencilla semilla


Si fuera amor, levitando en la ingravidez de la inocencia,

temblando mi corazón,

parada mi tormenta 

¡Oh! Si fuera amor mostrado tras mi horca...


JLCollado 




sábado, septiembre 06, 2025

Poema 127 LOS MEJORES DESEOS

          

          En la frente hay 

agreste muerte y eternidad


acordes,  no sucederá

un final

sin  la dulce palabra

¿escucháis ?


 la fría frente 

entre medusas y presencias


de esta lúgubre distancia

estremece el canto del gallo 

tan lejos  el miedo grita 


¡seas, entre todas las mujeres!

                         pero aún 

es momento de danza

en este solitario paraje

donde tan solo 

a ti te escucho


JLCollado 





 
RESEÑA:


Poema 127 — Los mejores deseos es una pieza breve, pero profundamente evocadora. Desde sus primeros versos, el texto nos sumerge en una atmósfera de distancia, misterio y deseo suspendido. La voz poética parece moverse entre la muerte y la eternidad, entre la frialdad y la danza, en una búsqueda incesante de algo que aún no se ha dicho: la dulce palabra.


Esa palabra no se nombra, y en ello reside su poder. Es promesa y ausencia, conjuro y vacío. El poema vive en ese espacio intermedio donde el lenguaje apenas alcanza a tocar lo que se siente. Su ambigüedad no confunde: invita a habitar la incertidumbre, a aceptar que la belleza puede nacer del no saber, del esperar.


La musicalidad de las imágenes —“fría frente”, “distancia lúgubre”, “canto del gallo”— refuerza la tensión entre lo visible y lo invisible, entre lo que se dice y lo que se calla. Todo en el poema parece vibrar al borde de algo que está por suceder, pero nunca sucede del todo.


Al final, Los mejores deseos no es solo un poema: es una espera. Una invocación poética a aquello que solo puede decirse cuando las palabras dejan de ser suficientes.


POESÍA DE La RABIA

  El puño cerrado en la abrupta vida          con el odio encerrado   de mar azul clavado al pecho  Señora, en tu mano vieja, los señuelos n...