Y tras ellas no hay traducción del camino recorrido
Volvemos del vacío, desnudos, sin ni siquiera una mirada de decepción
El suicidio no es visible en esta muñeca triste. Los ojos descarnan su realidad, tan corta y tan bella muerte invisible
Volvemos del vacío, desnudos, sin ni siquiera una mirada de decepción
El suicidio no es visible en esta muñeca triste. Los ojos descarnan su realidad, tan corta y tan bella muerte invisible
JLCollado
Entre oximorones de la vida y la muerte. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarY ambas, vida y muerte, se acogen al vacío. Qué más da.
EliminarGracias Carlos
Abrazoss
Mistico y contemplativo, es tu sello distintivo mi estimado autor; siempre asomandote a lugares profundos e invitandome a pensar “la vida es rara, fragil, y a veces se queda callada.."
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Hola Hada, “la vida es rara, fragil, y a veces se queda callada.." si, la vida acompañada de nuestra consciencia es excepcional: la ínfima probabilidad entre trillones...
EliminarAbrazoss