Ábreme la puerta, y no respires más
Tu atmósfera de rotundos párpados me atrapará en sus trece segundos
Tu atmósfera de rotundos párpados me atrapará en sus trece segundos
Momentos /cientos/ dejando de brillar
Chasquidos de bala, estruendos de Kafka
Ábreme la puerta, tu pegamento me endiabla
Sal, por favor, sal a jugar con tu vestido de andrógina Cleopatra
Acércate a mi lugar, te siento en el color extremo
Me reviento los ojos mirando esta batalla
II
Cuando rozas la huida, con las llaves de la cadencia
Te transformas en punto cardinal respirando sus espectros
Y tu tacto, damisela asiática, en espíritu dactilar atrae al argos
Belleza, escucha, belleza
¡No leas al poeta! desnúdalo en la pleamar de tus ojos
Sus palabras adornan maldad, con sus malditas profecias
¿Dónde se alojarán tus huidas cuando su infierno contigo duerma?
Tremendo poema, lo leo y releo, hay tanta belleza junto al dolor que asoma su fuerza en cada verso... Una maravilla
ResponderEliminarHola Margarita, muchas gracias por tu visita y por tu hermoso comentario. Gracias
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