Comencemos
¡sin saber dónde, sin saber cómo!
Palpemos las cartas de los ecos ancianos
sin el olor de la memoria
contra bocas
de arisco trago y arcilla
Soñemos con las bodas
del pálido ermitaño
ligeros
sobre ese viento que no se elige
sobrevolando
la fina arena del planeta más extraño
Superemos el inmenso vacío
de los rincones
Desintegración regada
por triste agua de vida macabra
Un fantasma me agitó
la penumbra era un universo
su brillante mirada fijada en mi devenir
con el miedo erizando mi bello
sobre su aroma
Me recuerda a las negras venas
del paradigma
construyendo el desolado paisaje
de una muerte
Caminemos
el frío en la distancia entre dos hojas
El diablo me premió con su exabrupto
lejos de la carne de unos labios
La distancia de las palabras
sean mi defensa
Muero en su distancia cobarde
con la llama encendida
de la prometedora locura
JLcollado
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