Me hablaron despacio, durante mucho tiempo
Abajo el elixir, que el hombre duerme
Somos prisiones sobre cualquier rincón
Donde nuestras piernas se construyeron de demonios y nuestros abrazos sobre espuma
Si, nuestro ruido está hecho sobre espuma cantarina
Y un estrafalario traje de almidón cuelga del techo regocijado en sombras
Aliento, emanaba el breve canto de Rimbaud pues ya era cualquier mañana
Moribundo sueño de elefante
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