jueves, agosto 15, 2024

Los bailes desconocidos

Palparé la melancolía de las ausencias en el milagro de los valles, palparé su hambruna con dedos de un frío ártico y ermitaño, esculpiendo el vacío a mis sentidos. Los destinos son soeces, el asombro  de un tiempo inagotable con su mármol blanco cubriendo inertes ideas que un día fueron látigos del sol y su hoy anuncia flores marchitas entre los ojales de la niebla. La noche será violeta y su dulce olor escondiendo guiños al crujir del caos y del orden de las plumas. Nada tengo que no me pertenezca, siervos amedrentando a las noches y mi visión de tus cabellos fantasmales como su propio aire, resistiéndose, a la lujuria de los sucesos, fuera un simple lloro ¡Oh! yo el árbol que roza tu destino


JLCollado 

SUCIEDAD

No se movían las ramas Paralizadas de luz              La lluvia las extrañaba Solo yo y el cordero negro El cordero negro y solo yo movíamo...