Más cerca que la muerte
se encuentra el invisible lugar
No existe la equidistancia
en las manos que eligen
entre la lucidez de mi sangre
o aquella paz de frio antiguo,
árbol sediento,
de mis ojos oprimidos
Pues yo muerdo, yo siento,
Y observo a mis violencias, crudas noches de resplandor
sonidos envueltos entre fúnebres ecos errantes
esparcidas astillas de nombres sin sentido
hasta las funestas sombras de lo inconfundible
La paz no existe en los libros del poder, y al vacío rotundo de la equidistancia
aman
Vienen, y vienen
con la estulticia de mi espíritu enterrado
Oh, mientras tanto, las maravillas dormidas,
junto al oscuro lago del rey Leviatán,
y sus espinosas garras de tormenta
Ahora os espero en los jardines del pensamiento
transformando el agua en criaturas
del bien y del mal
Acaso dormido en su total oscuridad
JLCollado
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