Los hilos de la noche
¡Quién supiera extender los hilos de mi muerte acostumbrada
ante el quebradizo aleteo de la mariposa!
En los escenarios de una vida frágil
muerden con sus mil dientes las sombras
simulan ser un hombre herido
Pero yo ya habría muerto
y mi corazón hundido bajo la quiescente piedra
Estrellas y astronauta
Veníais de los lugares huecos
de aturdidos pasados, de los viajes entre espigas
imaginando novelas en las estelas de la amada Tharsis
En sus siete paraisos
¡!
Desde el lugar inhóspito de vuestras expresiones hasta el viento de los recuerdos,
caísteis sobre mí, claroscuro del abandono
Un irascible desvelo, agitando la hierba negra
descubría las blancas tierras
y sobre ellas, los malos días de un demonio,
escuchando sinfonías tristes a las joviales siluetas
añiles difuminados con la ausencia de miradas
No encontrareis armas
ni bilis
ni conciencia
desglosados los bellos tiempos del olvido
JLCollado
Altea agosto 2024 |