Tras los ojos de la niebla, la confusión de los muros
En el muro yace nuestra costilla clavada
/Todos en el paraíso duermen/
Quitad el calor que hable de mí
Apagad la razón liberando mis instintos
pues siento su fuego en mi ropa
al ritmo de pétalos ardientes
Mientras, saboreo el café del despertar, nunca me llames
en esta hora tremenda,
donde capto al símbolo durmiente:
pléyades que dormían
/Nunca dirán que estamos solos/
JLCollado
¡Dejadme libertad que ahí no muero!
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