Se pudre bajo luz simiente del arquitecto de las noches,
aquella fina piel protectora del oleaje inaudito
En la pecaminosa sonoridad de la noche,
se pudre, bajo el mohín de redes turcas,
succionada por hembras silvestres,
al calor recóndito del argel que nadie observa
¡La sentí tan lejos, la sentí tan cerca!
En el constricto trasluz, adorada, en el frío del rio,
adorada, su gemir de crímenes en todos mis días,
ofreciéndome rasgada la espera en tu mirada infiel
Tu cerco insalvable me seduce con la pasión de un verdugo,
cual géminis viajero
<>Autor<>
José Luis Collado Novillo
Muy buen escrito.
ResponderEliminarSaludos.