I - ABSORCION
Bóveda entre grietas
de aparentes persefonías
Tu oscura lengua
cubre mi yo
Arma acunada
acunándome
en estúpidos finales
¡Ay triste espejismo!
imploras
al poder del cuervo
antes de estrellar sus alas
en el brote oculto
previo al plástico
Una hoja seca
absorbida por el sol
Imantada por brujos
hablando al descuido
entre desnudos placeres
/Son sus Ojos/
Son
espesura de los bosques
II - CADAVER
Llevo días sin respirar,
acaso soy babosa reptadora
sobre un mal sueño
No sé andar,
me perdí entre tramposos amaneceres
El extravío es aceite que escuece
Desesperantes puntos macabros,
etéreos y venenosos
tan pequeños y perplejos
en el océano descompuesto de mi cuerpo
Me he frenado
¡bien lo sabéis gusanos míos!
mejor arrastrar los pies
que hundidos
entre los decibelios de los excrementos
¿Escuchan?
Una rosa negra me habló
con su teñida lengua de alquitrán
Escupen a mis suelos
con sus barros y cienos, estupores,
peligro del aire denso que se adueña
de mis pulmones marchitos
sobre piel ya abrasada, existo
Respiro brumas huérfanas
el aire arrebatado al que supliqué cobijo
En apabullantes duelos de sombras
se esconde mi beso al cordero
eligiendo una tumba amarilla
a orillas del Nilo
He podido elegir
Pues existe un tal vez
en mi último deseo
explorando mi suerte
He soñado
cargado de tendenciosos ruidos
y he regresado vacío
III - LOS HERMOSOS DIAS DE SUICIDIOS
¡Qué hermoso día será el ayer!
Invitando a mi suicidio ¡Alegremente!
Todos mis momentos
son los argonautas olores en las flores de la pureza
Redacto cartas al desamor
los cielos caben en mi mano
Apretándose sin músculo
Ahora chispea sangre extensa
Unas alas perdidas me revolotean
chasquean en mis perdidos huesos
Las mariposas de exilio celeste
se acuestan conmigo jubilosas
¡Qué hermoso día diseñé a nuestro suicidio!
¡Qué hermoso día asomando en mi brillo soez!
Filo amoroso, armonioso filo
tu cuchilla rabiará contra mis venas
Ya Suenan mis miedos
como fúnebres violines
Cuerdas desafinadas de un difunto acróbata
IV - ESLABONES
Me arrastran aires de otro mundo
vida torcida
Efluvios secos, cascadas asustadas
Espectro siempre presente
invisible,
es su presencia una ilusión
Es la mentira que arrastra a mi verbo
Temo a sus dados de la suerte
sin prisa en sus ojos rabiosos
escrutando cascarones desnudos
sin el abrigo de los minutos callados
Soy el fruto de la inconsciencia
el asomo al espacio vacío
¡Ensanchémonos!, que soy pajarillo asustado
prendido de las alas de un diablo
Dicen que navegamos, nave sin rumbo
yo conozco ese viaje
cargado de despoblados sinsentidos:
el árbol esclavizado por su raíz
/huracán incierto de rama tronchada/
En mis inquietas tripas
se hunden soles apagados
los momentos del niño
con sus ojos trabados en el muro
Su desafío maquilla mis eslabones
y hay poesía si el ruido me rompe
sobre el verde desolado
V - AVANZANDO A BOCADOS
El olor a crisálida marca el camino
Sus áridas versalitas
Se precipitan
En pico caen contra mis pies
Dos lagunas
reflejan sus insultos a mi agrio rey
miserias arremolinadas ¡oh lento galápago!
Avanzo a bocados
avanzo sin mirar tristezas
sin escuchar las sonrisas de las flores
Nunca será tarde para habitar los paraísos
¡Asfíxiame, largo como al dolor
y ancho como a la espera!
Primero el resquemor
adulador de los días /blancos de inocencia/
en la estancia cuarteada
engañada por paredes inexistentes
El parangón dejó de dormitar
despertaron inquietas mis tormentas
con sus existencias desbocadas
de desazón abismal
No te escondas ¡damisela!
pues en ti se oscurecen mis pisadas solares
VI - DOMINATOR BREVIS
He inventado la palabra dormida
¡Dominará! En panteón rebosando algoritmos
Traslucir insensato
atrapando mis sonidos de triangular madera
Más allá de los sentidos
balanceados sin el impulso de mi aire
Se diluye la quietud
dejando de existir en mí
Supe...
Sobre un apasionado mar de manchas boreales
Arrugadas se corrompen, parloteando a las paredes
amórficas muescas, maldiciendo a mis nombres
VII - BOQUETES
La efigie me ciega
¡Por ello enamorada!
Me muestra lúcidas llamas cuasi lunares
con su fuego abrazando
el oxígeno que las rodea
Yo y el temor recorriendo
los dudosos cauces de mi cara
de místicos cráteres
golpeados con la fuerza de Dios
Sonoros imparables como abruptos cometas
¡Tan colosal y tan pequeño suena el invisible latido de la vela!
Toda esa inmensidad
cabría en la memoria de un insecto
Cuando la vida es la noche más corta
se implora a los pétalos abrir su cúpula durmiente
Cuando el último número
asignado al irrevocable aliento
esconde en su rostro magullado un final irreconocible
Cuando todo es nada
el abandono de las estrellas se diluye en mi mundo oculto
JLCollado