miércoles, septiembre 24, 2025

ROCA

 



La roca no se mueve

Se perpetúa con la dureza que le ofrece el transcurso de los tiempos 

Simbiosis de un aire estremecido y la mirada de los cielos

Roca perenne tatuada sobre el hueco intangible de las noches

Asomando

Asombrada y delicada

Esa roca eres tú


JLCollado 



LA CONTINUACIÓN 


Siervo de la roca

Desnudando el monte

Y el agua callada, embalsamada,

Sin ojos, ni movimiento

Al fondo siempre, luce su odisea

La convicción, nuestra, del más allá 

En nuestro sitio




sábado, septiembre 06, 2025

Poema 127 LOS MEJORES DESEOS

          

          En la frente hay 

agreste muerte y eternidad


acordes,  no sucederá

un final

sin  la dulce palabra

¿escucháis ?


 la fría frente 

entre medusas y presencias


de esta lúgubre distancia

estremece el canto del gallo 

tan lejos  el miedo grita 


¡seas, entre todas las mujeres!

                         pero aún 

es momento de danza

en este solitario paraje

donde tan solo 

a ti te escucho


JLCollado 





 
RESEÑA:


Poema 127 — Los mejores deseos es una pieza breve, pero profundamente evocadora. Desde sus primeros versos, el texto nos sumerge en una atmósfera de distancia, misterio y deseo suspendido. La voz poética parece moverse entre la muerte y la eternidad, entre la frialdad y la danza, en una búsqueda incesante de algo que aún no se ha dicho: la dulce palabra.


Esa palabra no se nombra, y en ello reside su poder. Es promesa y ausencia, conjuro y vacío. El poema vive en ese espacio intermedio donde el lenguaje apenas alcanza a tocar lo que se siente. Su ambigüedad no confunde: invita a habitar la incertidumbre, a aceptar que la belleza puede nacer del no saber, del esperar.


La musicalidad de las imágenes —“fría frente”, “distancia lúgubre”, “canto del gallo”— refuerza la tensión entre lo visible y lo invisible, entre lo que se dice y lo que se calla. Todo en el poema parece vibrar al borde de algo que está por suceder, pero nunca sucede del todo.


Al final, Los mejores deseos no es solo un poema: es una espera. Una invocación poética a aquello que solo puede decirse cuando las palabras dejan de ser suficientes.


Tiéntame

  ¿Por qué somos los demonios tan serviles? Yo solo deseo tu extinción bajo el ruido estridente de un enjambre de abejas ¡Tiéntame! Observa ...